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Valores espirituales en la sociedad

Hablemos sobre cual receta se recomienda para la salud espiritual, recibiendo conocimientos a través de la palabra sagrada, a efecto, sabemos muchas teorías y hay poca práctica respecto a la temperancia e intemperancia, sustentando ideales sin caución.

¡Escudriñemos sistemáticamente y cumplamos los mandamientos del Supremo!

Haciendo la paz no la guerra, despejando las divergencias, analizando cómo estamos con la devoción espiritual; seguro usted conoce su biblia, nutriéndose de su contexto, familiarizándose sin afán, basados y fortalecidos en sus raíces.

¿Por qué dudar del advenimiento?

Somos hermanos, hijos del Altísimo, aliados al contendor se capitula mayor engaño al enemigo referente a su objetividad, resistamos la soberbia, pues el cielo no está dividido, erradicando el Orgullo menos gozaos del dolor de los demás sin postergar la salvación.

¿Cómo hacer la paz?

Buscando de Dios, heredando la tierra prometida, de momento, habitando juntos en armonía sin exclusión.

¡Sublime sea la misericordia divina!

Conforme al pacto enlazado entre el hombre y el eterno, icemos la bandera equitativa, enaltecer la luz que brilla en la alta esfera entre los cielos la gloria sea al Omnipotente.

Exhortando a modo apacible  para que confiemos en su voluntad, creyendo con fe y devoción en sus promesas, alabándolo de mente, alma, cuerpo, espíritu y corazón, siendo más que un amigo incondicional.

Agradeciendo las bendiciones dadas sin dogmas, a la vez reflexionando ante el encuentro oportuno que nos concede, confirmando el registro que atina sus acciones benignas, benevolentes, bondadosas, entre otras, destacando el pacto de alianza con el factor tiempo.

Enfoquemos en el alimento espiritual, aunados al amor del Rey de reyes sin distinción incierta en su infinita misericordia.

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