Georgia

Florescencia de un amanecer

¡Cuánta humedad retoña en lo magnificente que estruja la vida!

              Alma delirante a una quimera, en vano indague sortilegio, elogiando la veracidad, figuro el dolor nocturnal acaecido en tus anhelos, clarividente reminiscencia atada a tu ser.

             Que voy andar venturoso en la paz del olvido sin padecer el suplicio de no recibir correspondencia, hondo misterio que atosiga el destino en su barbarie.

            Fragante de sueños connotados en el arrebol utópico, cavilando en el silencio del acuario, alado madrigal que bandolas un verso cónsono a fantasía epicúrea.

             Pérfido beso cuan yace entre la vereda arborescente, brizna que rozas con el palpitar errante, dama querellosa concebida en suelo nítido ahí columbras el deseo de amar lejos de falsedad.

              Gratitud eterna que fragua el fondo seráfico de un transido altar, hilo que insertas la ninfa acuosa, sediento corazón que abordas el influjo en desacato.

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